lunes, 17 de enero de 2011

El video. Potente Recurso Educativo.

EL VIDEO. POTENTE RECURSO EDUCATIVO.
El potencial comunicativo de las imágenes, los sonidos y las palabras para transmitir una serie de experiencias que estimulen los sentidos y los distintos estilos de aprendizaje en los alumnos hacen del video un potente recurso educativo que facilita la construcción de aprendizajes significativos.
Presentamos en este artículo algunas ideas que pueden ayudar a usar inteligentemente el video como recurso en las planificaciones de las unidades de aprendizajes.
Antes de la presentación del video a sus estudiantes el maestro/a debe tener bien claro los siguientes puntos.
A)Qué material va a usar, por qué y para qué.
B) Identificar qué función quiere darle al video (Suscitar interés por un tema, Introducir un tema, Apoyar el desarrollo del tema, Aclarar un concepto, Concluir o reforzar un tema.)
C) Realizar anotaciones mientras chequea el video para comparar con el tema y resaltar las partes que le servirán. Después de verlo, escoger el o los segmentos que le puedan servir para enriquecer su clase. Si el tema va en un orden diferente al que presenta el video, el maestro debe saber con anticipación cuando detenerlo, adelantarlo, retrocederlo.
D) Una vez que haya usted escogido el segmento o los segmentos que quiera utilizar, analice qué otras asignaturas podrían enriquecerse con el mismo video. Muchas veces, el mismo segmento puede utilizarse tanto para matemáticas como para ciencias naturales, ciencias sociales, etc.
E) Anuncie a sus alumnos que verán un video, dígales de qué se trata y pídales que le den ideas e hipótesis sobre lo que van a ver.
F)Dé a los alumnos una tarea sobre el contenido del segmento del video que van a ver. Pídales de tres a cinco detalles específicos del mismo, uno del principio, dos o tres del medio, y uno o dos del final. Con esto se logra que los alumnos pongan atención durante el segmento y que estén alerta a las respuestas que se les han pedido.

Durante la presentación del video es recomendable no apagar las luces ya que los estudiantes tendrán que ver la actividad guía previamente asignada por el maestro. Cuando la situación lo amerite es conveniente detener, adelantar o retroceder el video y hacer pausa a solicitud del estudiante. Su duración va a depender de la función con la que el docente lo está usando aunque es recomendable que no pase de 10 minutos. El video es una parte de la clase del día y los demás elementos de la planificación deben ser cubiertos.

DESPUÉS DE LA PRESENTACIÓN DEL VIDEO
Pídales a sus alumnos que escriban algo nuevo que hayan aprendido del video y luego que intercambien sus hojas con otros compañeros.
En la hoja “del compañero”, pídales que anoten otro dato importante.
Repita esto dos o tres veces y haga que las hojas regresen a manos del “dueño”.
Sus alumnos, sin saberlo, habrán contribuido con sus compañeros a incluir datos que tal vez otros no hayan tomado en cuenta. De esta forma, el proceso de aprendizaje se habrá hecho divertido e interesante.
Evalúe el efecto del segmento presentado. Hablando con sus alumnos y preguntándoles qué aprendieron, si el video les dio ideas claras y si los motivó a ver más. ¡Su éxito será justamente el que los estudiantes hayan aprendido!
Nota.
En esta dirección http://www.pim-aprende.net/Inicio.html encontrarás recursos educativos muy importante en formato de ( video, audio, tv, ebooks) sobre los contenidos del Nivel Inicial, Básico y medio de nuestro currículo.

sábado, 7 de agosto de 2010

EL CELULAR. POTENTE RECURSO EDUCATIVO.

Desde el más sencillo hasta el más sofisticado, el celular posee opciones que pueden ser usadas en la ejecución de actividades listadas en nuestras planificaciones, convirtiéndolo en un potente recurso educativo.
Estas opciones, principalmente mensaje y multimedia ( que por ser las más accesible a nuestros estudiantes trataremos en este artículo), nos permiten enviar o guardar textos, así como almacenar y reproducir imágenes, audios y vídeos para ser usados por los estudiantes en el aula, dando la oportunidad de que nuestras actividades de clase sean más motivadoras, significativas, menos aburridas y más atractivas.
El personal de la escuela San Francisco Arriba, Moca; le presenta en este trabajo algunos posibles usos del celular en el proceso educativo, con la intención de que usted, amigo lector se motive en aplicarlo y pueda descubrir por ti mismo que tan interesante le resulta a tus estudiantes aquellas tareas escolares en las cuales tengan que usar este dispositivo.
PODEMOS UTILIZAR EL CELULAR PARA :
-Almacenar ideas principales de lecturas realizadas para socializarla en el aula.
- Hacer listas y descripciones breves de personajes aparecidos en una lectura.
- Listar palabras claves de un texto leído para que sirvan de base a las exposiciones y a la elaboración de mapas conceptuales.
- Elaborar y compartir preguntas después de haber leído un texto.
- Elaborar oraciones y pequeños textos siguiendo orientaciones dada por el maestro.
- Escribir familias de palabras según características específicas.
- Resumir ponencias y noticias escuchadas en la radio y la televisìon.
- Elaborar problemas matemáticos y/o presentar su solución.
- Tomar fotos diversas sobre diferentes tópicos y situaciones( personajes, monumentos, lugares, problemas ambientales...) que servirán de base para las exposiciones individuales y grupales dentro del aula.
Grabar entrevistas cortas, noticias de la tv., actividades sociales de la comunidad; dramas, exposiciones y diálogo realizados entre estudiantes, vídeos del Internet a través del monitor referente al contenido de la clase del día siguiente.
- Almacenar canciones atendiendo a criterio indicado por el maestro y que podrán ser usadas en las diferentes áreas.( El criterio tendrá relación con el contenido y la asignatura).
- La opción de radio FM que se habilita con el auricular puede usarse para análisis de canciones de forma individual o en pareja.
El maestro también puede emplear el celular para dar tutorìas, dar exámenes sorpresa, realizar encuestas así como concursos de fotos y vídeos.
Estos son solo algunos ejemplos de lo que podemos hacer con el celular en nuestras aulas. Esperamos le sirva de algo. La creatividad e imaginación de usted , amigo lector, podrán adicionar más y por favor escrìbalos en la sección de comentario para que todos los maestros/as amigos/as puedan tener acceso a sus aportaciones significativas.
Maestros/as, motìvate e incluye el celular como recurso en las planificaciones de este año escolar. Tu producto mejorará.



lunes, 12 de julio de 2010

MOTIVAR PARA EL APRENDIZAJE.


Una de las dificultades permanentes de los profesores y profesoras es ¿cómo motivar al estudiante para el aprendizaje?. Sin embargo, pocos docentes se cuestionan si la motivación por aprender, por parte de sus alumnos, esta relacionada con la actuación del docente (Cómo hace sus clases). Numerosos textos dedicados a este tema señalan que la motivación por aprender está directamente relacionada con la actuación del profesor en el aula y una forma de descubrirlo es el observar a los propios estudiantes. Si el profesor utiliza como única estrategia la clase frontal seguramente sus alumnos se van a dormir. Si el profesor es activo y utiliza como método de activación del conocimiento lluvia de ideas y luego organiza la materia en un mapa conceptual y luego hace una presentación power point o bien organiza su clase utilizando la tecnología como el caso de las WebQuest, o en algún momento decide que verán un pequeño video de no más de cinco minutos para luego hacer una guía de autoaprendizaje; o si fomenta la discusión y el debate, despierta la curiosidad, plantea interrogantes etc. estoy completamente seguro que sus alumnos estarán alertas e interesados.

miércoles, 7 de julio de 2010

GESTIONAR EL AULA.


Gestionar el aula
La gestión del aula es un proceso complejo que requiere aclarar y comunicar propósitos, generar motivaciones, transmitir conocimientos, provocar la decisión de aprender en los alumnos y liderar para valorar el rigor, el esfuerzo y la colaboración, aceptando el conflicto como algo natural, que ayudará a aclarar voluntades y ritmos.
Gestionar el aula es manejarla de forma eficiente; es crear un ambiente de respeto dónde todos tengan cabida. Se trata de crear un entorno donde el profesor dirija, solo o con los alumnos, unos hilos que pueden ser más o menos invisibles o largos pero donde el diálogo ha de ser la nota dominante, fomentando la participación e implicación de los alumnos, para que todos aprendan.
Gestionar el aula tiene como objetivo favorecer el deseo de saber de los alumnos, para hacer más efectivo el aprendizaje. Cualquier docente estará de acuerdo con esta afirmación; sin embargo, con frecuencia tendemos a pensar que, si únicamente los alumnos nos hiciesen más caso, si fuesen más disciplinados y estudiasen más, todo sería mejor.
La tipología de alumno que distorsiona nuestras aulas responde a múltiples modelos; por un lado están los que cuestionan nuestros métodos de actuación, con razón o sin ella, con o sin el apoyo de sus padres; también los que se levantan, los que se mueven, los que interrumpen, los que se sobresaltan en la silla, los que nos tocan, los que no quieren participar, los que quieren participar demasiado, los que no nos escuchan, los que se aburren porque no entienden, los que se aburren porque hace un mes que entendieron y finalmente, también los que ni siquiera quieren estar.
Es normal que, en estas circunstancias, gestionar un aula resulte complejo. El deseo de saber es innato a la condición humana, pero la decisión de aprender algo depende de cada uno de nosotros. Para que esta decisión se produzca hemos de sentir la necesidad de hacerlo y percibir las ventajas que este aprendizaje nos va a aportar, a múltiples niveles. El profesor, por sí solo, no puede crear las condiciones óptimas para que la motivación del alumnado se produzca. Los currículos, por un lado, asumen que este interés existe. Por otro lado, aun asumiendo que el profesorado sí pueda contagiar su amor por el saber, y por su materia, los valores que la familia y la sociedad transmiten no siempre convergen con los transmitidos desde los centros.
Sin embargo, sería injusto subvalorar el papel que un buen profesor puede ejercer para aclarar propósitos, generar motivaciones, comunicar conocimientos y provocar la decisión de aprender entre los alumnos, desde el amor a su propia materia, la paciencia y la firmeza de propósito. Esto lo saben transmitir muchos profesores desde la experiencia o el entusiasmo y la frescura característica de los primeros años de profesión docente.
También resulta imprescindible liderar para imponer rigor, colaboración y respeto,
neutralizando los comportamientos de aula disruptivos y premiando comportamientos adecuados basados en la reflexión compartida y la implicación responsable, a partir de un clima de aula fluido y respetuoso, que no excluya a nadie.
Una buena gestión de aula se ha de basar, en primer lugar, en la equidad. Los alumnos han de percibir que incluimos a todos, y eso requiere rutinas de comportamiento, de las que nosotros hemos de ser modelo. Un aula no podrá funcionar realmente si no se basa sus normas en criterios que todos comprendan, y que estén en relación con prácticas de aula inclusiva, teniendo presentes los defectos y debilidades específicos de los alumnos que conforman el aula, así como su grandeza y genuinidad.
Un manejo de aula eficiente conseguirá el diálogo y la participación de los alumnos, y, conseguido esto, podremos empezar a aprender de ellos, convirtiendo nuestra profesión en un privilegio.

domingo, 27 de junio de 2010

CURRICULO


Condiciones necesarias para que el alumno pueda llevar a cabo aprendizajes significativos:
El alumno debe tener una disposición favorable para aprender significativamente, es decir, debe estar motivado para relacionar el nuevo material de aprendizaje con lo que ya sabe. Se subraya la importancia de los factores motivacionales.
Estas condiciones hacen intervenir elementos que corresponden no sólo a los alumnos - el conocimiento previo - sino también al contenido del aprendizaje- su organización interna y su relevancia- y al facilitador - que tiene la responsabilidad de ayudar con su intervención al establecimiento de relaciones entre el conocimiento previo de los alumnos y el nuevo material de aprendizaje.
El aprendizaje del alumno va a ser más o menos significativo en función de las interrelaciones que se establezcan entre estos tres elementos y de lo que aporta cada uno de ellos al proceso de aprendizaje.
El énfasis en las interrelaciones y no sólo en cada uno de los elementos por separado, aparece como uno de los rasgos distintivos de la concepción constructivista del aprendizaje y de la enseñanza.
El análisis de lo que aporta inicialmente el alumno al proceso de aprendizaje se hará básicamente en términos de las “representaciones, concepciones, ideas previas, esquemas de conocimiento, modelos mentales o ideas espontáneas” del alumno a propósito del contenido concreto a aprender, puesto que son estos esquemas de conocimiento iniciales los que el facilitador va a intentar movilizar con el fin de que sean cada vez verdaderos y potentes.